Las vacaciones se terminan y los chicos vuelven al cole, se vuelve a la rutina, los compromisos, los horarios. Para que ello no sea estresante es importante afrontarlo con buena actitud y energía. La alimentación en este caso es importante.
Lo primero que se recomienda es retomar el regreso a las actividades de forma paulatina, para ir organizando sin prisas el regreso a la cotidianeidad.
Si en las vacaciones hemos comido un poco de mas y dejado de hacer ejercicios físicos, es importante recuperar los hábitos saludables lo antes posible.
Procurar darles para que se lleven alimentos saludables: yogures con cereales o frutas, frutas frescas y secas, sándwiches completos, bocaditos de pollo o verduras rebozados con avena o copos de maíz, galletitas saludables. Pueden comer helados, galletas, alfajores, chocolates, pizzas, hamburguesas, papas fritas y productos de copetín, siempre y cuando esto sea con moderación y no todo junto ni todos los días.
A la hora de hacer las compras hacer una lista, concentrándose en los productos de estación ya que son mas sanos y mas económicos.
Es aconsejable que toda la familia haga todas las comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena) mas una colación, y que los niños, principalmente, consuman al menos 5 raciones entre frutas, hortalizas y verduras en las comidas. Es importante recibirlos con comidas saludables .Para prevenir el cansancio y el desánimo que suelen achacar a los que vuelven de las vacaciones, y problemas como la obesidad infantil, la clave está en una alimentación variada. El aporte de vitaminas del grupo B contribuye al buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso.
LA IMPORTANCIA DEL DESAYUNO EN LA EDAD ESCOLAR
Todas las comidas diarias son importantes y no deben dejar de realizarse nunca especialmente en la edad escolar, pero por sobre todas las cosas el desayuno ya que como su nombre lo indica es la primer comida luego de toda la noche sin ingerir alimentos y permite afrontar las actividades con energía, al reactivar las funciones cerebrales.
Desayunar es uno de los hábitos que los niños deben incorporar desde pequeños , para prevenir déficits nutricionales y así favorecer el correcto crecimiento y desarrollo y permitir un mejor rendimiento intelectual y menor riesgo de obesidad y diabetes, al controlar más el apetito y comer de modo mas saludable.
Un buen desayuno debe aportar el 30 – 35% de las calorias diarias del niño en edad escolar y estar compuesto por: lácteos (leche, yogur, queso) cereales (trigo, avena, cebada, centeno, maíz o arroz y derivados) frutas o jugos de fruta, y proteínas (huevo o jamón.
Los niños que no desayunan acarrean desequilibrios nutricionales que se traducen en problemas de aprendizaje, debilidad,
malhumor, y pobre rendimiento intelectual. Además al no desayunar a media mañana sienten falta de energía y hambre desmedido, por lo que suelen recurrir a productos de bollería industrial y alimentos ricos en grasas saturadas y azucares simples, que inducen a un mayor
Así que, aunque a veces falte tiempo para sentarse a desayunar, merece la pena reacomodar los horarios para disfrutar de esta primera comida, la más importante del día, y si es posible en familia.
Lic. Melania Fidélibus -
Nutricionista Mat. 917.
